QUIÉNES SOMOS

Somos una Iglesia local dentro del Cuerpo de Cristo fundada en Lawndale, CA. Nuestro nombre es Iglesia Cristiana Lluvia De Gracia, muchas personas nos llaman simplemente “Lluvia de Gracia”.

Nos denominamos “Ministerio” (del latín “minister”, servidor o criado) porque como Iglesia del Señor hemos entendido que tenemos la labor de ser servidores de Cristo, de su pueblo redimido y también de nuestra sociedad, y el primer servicio que debemos brindar es llevar las buenas nuevas del evangelio a toda la humanidad, las cuales están llenas de amor y paz para todo aquel que abra su corazón a Jesús.

Como Iglesia local nos declaramos una comunidad cristiana, evangélica, pentecostal y autónoma, es decir, no denominacional, la cual rige su credo y normas en el Evangelio original entregado por nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles, y basa sus enseñanzas y acciones en la sana doctrina de las Sagradas Escrituras. Nuestro objetivo primordial es la predicación del Evangelio de Jesucristo para la salvación de toda la raza humana, testificando que el poder de Dios regenera y transforma al ser humano, transformándolo en un hijo de Dios lavado y redimido a través del sacrificio de Jesús en la Cruz del Calvario, haciéndole útil para la Iglesia, su familia y la sociedad.

Como Iglesia creemos en un Dios Trino, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo; creemos en Jesucristo como el único Salvador de la humanidad, quien murió en la Cruz del Calvario derramando su Sangre preciosa para expiación de todos los pecados, resucitó al tercer día y un día arrebatará a su Iglesia y volverá por segunda vez con sus redimidos para reinar eternamente. Creemos en el bautismo en el Espíritu Santo y en sus dones y frutos, y creemos en la Santa Biblia como la Palabra eterna y creemos que todo cristiano debe ser bautizado en inmersión y participar constantemente del precioso sacramento de la Santa Cena.

NUESTRA MISSION

Como Iglesia y Ministerio hemos entendido que nuestra primera misión es cumplir la Gran Comisión que nos dejó nuestro Señor Jesucristo de extender el evangelio y hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19-20, Marcos 16:15); por ende, entendemos que nuestro deber es predicar y pregonar el mensaje de salvación a todas las personas sin distinción, no importando su raza, clase social ni condición de ningún tipo.

También tenemos como misión enseñar y adoctrinar a los miembros de nuestra comunidad local y a toda persona que desee recibir el mensaje de Dios, impartiendo una Palabra sana, edificante, sin mezclas de filosofías, legalismos o pensamientos humanos, y libre de falsas doctrinas. Además, sentimos la responsabilidad de brindar la ayuda y herramientas necesarias para que los miembros de nuestra Iglesia se desarrollen plenamente, en primer lugar como cristianos, y luego en su familia y sociedad, velando por el bienestar espiritual, emocional, físico y material de cada uno de ellos en todas las etapas de su vida.